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Mar

La inteligencia emocional en puestos directivos

El liderazgo no sólo depende de los conocimientos sino también de la forma que individualmente tenemos de trabajar, de relacionarnos con los demás y de comprender las situaciones que nos rodean. Por ejemplo, un buen líder debe saber potenciar en los equipos de trabajo aquellas emociones que conviene generar en cada momento, desde un ambiente distendido para potenciar la creatividad hasta momentos de reflexión y autocrítica ante la aparición de un problema. Por ello, es tan importante la inteligencia emocional en puestos directivos, pues las decisiones que éstos tomen decidirán en mayor o menor medida el camino que tomará la organización.

 

En el liderazgo, controlar los impulsos, saber motivar, tener empatía o ser perseverante es tan importante como la experiencia o los resultados académicos. El entrenamiento en esta inteligencia emocional puede marcar la diferencia en un mercado altamente competitivo, ya que dota al líder de skills necesarias para tomar buenas decisiones en el entorno actual, tecnológico y muy cambiante.

 

La inteligencia emocional, como ya hemos visto, gira en torno a ser consciente de todo lo que rodea a la persona y enfrentar los posibles problemas sin dañarse a uno mismo ni a los demás.  Entre otras oportunidades, nos permite:

  • Encontrar maneras de obtener satisfacción en todo lo que hacemos y hacer más llevaderas aquellas obligaciones más pesadas.
  • Generar un clima de trabajo saludable con los demás.
  • Saber transmitir la información de mejor manera a todos los equipos de trabajo, mejorando su eficiencia y eficacia.
  • Evitar el efecto burnout, es decir, desmotivar a los equipos de trabajo.

 

¿Qué define a un líder con inteligencia emocional?

  • Autoconocimiento: Ser honesto con uno mismo y saber reconocer qué sentimientos afectan al trabajo es crucial para tomar buenas decisiones y no dejarse llevar por un impulso.
  • Autocontrol: Aunque podemos controlar lo que pensamos o sentimos, podemos canalizar aquellos sentimientos negativos para que no afecten en el trabajo.
  • Asertividad: el líder asertivo es aquel que expresa sus sentimientos con libertad y honestidad y los defiende, a la vez que también respeta otros puntos de vista.
  • Empatia: Es importante comprender a los demás, aunque muestren puntos de vista que disten mucho del nuestro, tenemos que ponernos en su lugar para llegar a un acuerdo.
  • Motivación: Sentir por el trabajo un deseo de conseguir logros que aporten un enorgullecimiento personal y perseguirlos. Claro está, hay que ser consciente de los límites, pero que no por ello éstos representan muros infranqueables.
  • Perseverancia: Rendirse no debe estar en el diccionario de un líder con inteligencia emocional. Pese a las presiones, hay que perseverar en los objetivos, pues si el líder tira la toalla todo el equipo también lo hará.

Además, será importante trabajar en habilidades comunicativas como el manejo de conflictos.

Inteligencia emocional para directivos

Para un entorno tan cambiante como el actual, la inteligencia emocional viene a dar la respuesta no sólo para mejorar los resultados del directivo sino para mejorar la experiencia en el trabajo o lidiar con situaciones muy complejas. Es por todo ello que desde Tech Executive Search tenemos muy en cuenta la inteligencia emocional en la búsqueda de perfiles directivos y la consideramos necesaria dentro de la transformación digital de una empresa, pues este proceso lleva consigo tomar decisiones y ser una pieza activa en el cambio de la cultura empresarial de la organización.

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Aroha Llanos

Content Writer